Nuestro viaje soňado empezó con un retraso de 5 horas de nuestro vuelo. Cuando llegamos al earopuerto de Tunez, teníamos que esperar 3 horas más por el autobús. Pues finalmente vino un microbus viejo con ventanas cerradas y sin air-condicion, así que nos sentímos como en una sauna. Como el viaje al hotel duró casi 4 horas, llegamos tarde por la noche. Nadie nos esperó, porque el personal ya se había acuesto. Estabamos casi locos de calor y cansancia. Solamente esperamos con ansia una ducha y cama limpia.
Pero nada de esto. El alojamiento era horible. Todo era viejo y sucio. En el baňo encontré un escorpion y mis amigos tenían cucarrachas en las camas.
Nos hacían una comida rápida, solo hamburgesas y patatas fritas. Nada de comida típica, que podéis imaginar. Quizás por suerte, porque podrían ofrecer nos los insectos del "hotel".
Nuestro guía no comprendió inglés casi nada y solo hablaba en árabe. Además descubrimos que nunca había estado en este lugar.
Los excurciónes no fueron organizadas. No vimos ni desierto verdadero, ni cameles, solo algunos burros.
Pero el peor estaba la gente nativa. Creo que existen buenos y sympaticos tunisienes también, pero los que vimos durante nuestro viaje estaban impertinentes, agresivos y siempre pedían dinero.
No tengo ganas de describir nuestros compaňeros. Menos mal, ya no tenemos que encontrarnos.
Al final, no vamos a viajar con una agencia de viajes nunca más!
Kamila, Lucka y Tereza
martes, 21 de abril de 2009
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Muy bien chicas la redacción... un viaje muy interesante. Mi viaje a Túnez tampoco fue muy bueno, la verdad, fuí con un grupo de amigos y acabamos un poco... mal. Pero bueno, eso es otra historia...
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