
En verano pasado viajamos a Egipto. El autobús no estaba en el aeropuerto, pues estuvimos que coger un taxi sin aerocondicional y además estaba muy caro también. Llegamos al nuestro hotel. Había tenido de cuatro estrellas, pero en realidad tuvo solamente dos. El hotel estaba sucio y con las ventanas pequeňas y con la vista a la calle llena de mercados y gente ruida...
Los cuartos del hotel estaban rellenos de insectos y no funccionaba el climatización tampoco. El personal del hotel estuvo impertinente, indecente y no quiso ayudarnos con los insectos que nos habíamos en los baňos. Teníamos hambre todo el tiempo. Por eso fuimos al restaurante local pero lo ofrecería solo comidas típicas y especiales como homigas y escorpiones crudos que no pudimos comer. ?Quizás estaban las mismas que teníamos en nuestros baňos?
!Que suerte!, que teníamos alguna comida de la casa.
El día siquiente fuimos a una excursión en una helicoptera vieja (que tenía 40 aňos)!! Y el piloto estaba borracho!! Qué horror!
Excursiones eran infernales...El quía hablaba solo en árabe. No entendía ni inglés, ni espaňol, ni alemán ni otras idiomas internacionales.
Todo nos parecía increíble y vaya muy mal. No podemos recomendar nada de nuestro viaje.
Cuando nos recordamos nuestros vacaciones del verano pasado, todos nos decimos en una voz:
"Nunca jamás"
Lenka morena, Aneta, Petra
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